Los daños por la DANA en la provincia son más que evidentes, pero solo basta con darse una vuelta por la pedanía Doña Ana de Cártama para ver cómo sus vecinos tratan de recuperar sus vidas. Paqui Pérez, una mujer de 62 años ha perdido todo. “Tengo que irme a Pizarra para poder dormir en un sofá y volver la mañana siguiente para tratar de recuperar algo, pero lo he perdido todo”, reconoce la afectada a 101 Televisión.
Paqui ha vivido gran parte de su vida en Marbella, donde estuvo trabajando hasta el año 1999, cuando decidió comprar la casa que ahora observa con lágrimas en los ojos. “Después de los esfuerzos que supone comprar una vivienda, sin saber que era zona inundable y tras cuatro años atravesando un cáncer, le pedí a mi marido, con el que vivía de una pensión muy pequeña, mudarnos a Cártama, pero jamás habría imaginado algo así”, sostiene.
Efectos de la DANA
El pasado martes, día en el que la DANA azotó con más fuerza, Paqui estaba en su vivienda como un día cualquiera, sin embargo, tuvo que abandonarla viendo que la situación no iba a hacer más que empeorar. A día de hoy, tiene fibromialgia y artrosis, por lo que la humedad que ahora convive entre las paredes de su hogar le hace aún más daño.
“Mis paredes están escupiendo agua y lodo, en enero caí con una neumonía bilateral en la UCI, y cuando llegué estaban mis muebles flotando, sin luz y sin agua para poder limpiar”, señala la mujer, quien tiene claro que no puede vivir en un sitio con tanta humedad, donde no tiene ni su cama. “Necesitamos que desde administraciones como la Junta de Andalucía nos ayuden y dejen de echarse la pelota unos a otro, y limpien de una vez el río, nosotros somos los olvidados no solo de Málaga, sino de Cártama”, denuncia la vecina afectada, quien demanda ayudas a las diferentes administraciones.