La cola de espera casi llega a la puerta de salida. En las neveras, roscones rellenos de nata y sin nata esperan su turno para ser comprados. En Pathelín, saben lo que significa que se acerque el Día de Reyes. Lo saben desde hace más de medio siglo en Málaga, cuando empezaron con el negocio. La firma malagueña se ha convertido ya en un referente en la ciudad, teniendo en cuenta que cada día centenares de clientes se acercan, bien sea para reservar o comprar su roscón de Reyes.
Paco Sánchez, propietario de la pastelería Pathelín, tiene claro que el Día de Reyes es un día clave para el negocio. De hecho, reflexiona sobre el éxito continuo de su negocio en esta temporada tan especial. “La venta está yendo muy bien como todos los años, hasta ahora no nos ha fallado nunca la fecha de Reyes”, comenta con orgullo, mientras los clientes continúan haciendo su compra.
Para Pathelín, el 6 de enero es la fecha más importante del año, con una diferencia notable frente a otras épocas. es por eso por lo que el Roscón de Reyes se ha convertido en el emblema del negocio, y no es para menos. “Nuestro rosco es muy especial y es ya muy reconocido”, afirma Sánchez. La calidad y el compromiso con los clientes son las claves que han permitido a la pastelería consolidar su reputación en la ciudad.
14.000 roscones por año
Cada año, la producción alcanza un tope de 14.000 roscones, un límite que refleja tanto la alta demanda como el máximo esfuerzo que la pastelería asume en cada final y comienzo de año. Para lograr este volumen, Pathelín cuenta con una instalación especializada que, durante esta temporada, se dedica exclusivamente a la elaboración de roscones duplicando la plantilla.
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La atención al detalle es parte del sello de Pathelín. Cada roscón incluye sus tradicionales sorpresas: tres para los tamaños grandes y dos para los pequeños. “Nos esmeramos para que nos recuerden durante el resto del año”, destaca el propietario. La receta de Pathelín mantiene la tradición que tanto gusta a los clientes, pero sin duda, los roscones clásicos y los rellenos de nata, decorados con su característica fruta por encima, siguen siendo los favoritos. “Siempre ha gustado mucho, así que no vamos a cambiar algo que funciona”, asegura Sánchez.
El 5 de enero es un día clave para la pastelería, cuando todas las variedades de roscones siguen disponibles para los clientes. Año tras año, Pathelín agradece la fidelidad de quienes regresan para disfrutar de su producto estrella. Más allá de las cifras y los esfuerzos logísticos, el Roscón de Reyes de Pathelín es un símbolo de tradición. En palabras de Paco Sánchez: “Agradecemos mucho que repitan a comprar nuestro roscón”.
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