La reciente campaña promocional del Camino del Desfiladero de Ronda en Madrid, con motivo de la Feria Internacional de Turismo (Fitur), ha despertado críticas y generado curiosidad, pero no precisamente por su impacto visual, sino por el elevado coste de la lona publicitaria instalada en la céntrica Plaza de Santo Domingo.
La lona, de 16,5 metros de alto por 60 de ancho, ha supuesto un desembolso total de 41.954,33 euros (IVA incluido) para el Ayuntamiento de Ronda. Este precio cubre tanto la producción como la exhibición del soporte durante solo 15 días, del 16 al 31 de enero de 2025.
Este gasto ha suscitado debate entre ciudadanos y opositores, que cuestionan si una inversión de este calibre está justificada para una promoción tan efímera. Aunque desde el consistorio se defiende la acción como una estrategia para captar la atención de miles de madrileños y turistas, las dudas persisten sobre si el impacto obtenido compensa el coste asumido.
En un contexto donde la eficiencia en el gasto público es cada vez más examinada, este tipo de campañas siguen despertando interrogantes sobre la relación entre el beneficio promocional y el coste para las arcas municipales.