El Proyecto CoordiNet, que busca una mayor coordinación entre los gestores de las redes de transporte y distribución eléctrica para contribuir al desarrollo de un sistema eléctrico más sostenible, eficiente, seguro y resiliente, ha mostrado la necesidad de probar nuevos servicios de flexibilidad en el sistema eléctrico europeo para conseguir un esapcio «más sostenible, eficiente, seguro y resiliente», según las conclusiones que han presentado en la sede de Endesa los responsables del proyecto, donde Málaga ha sido protagonista de este proyecto piloto.
Esta iniciativa se ha desarrollado en cinco emplazamientos españoles: Málaga, Murcia, Alicante, Albacete y Cádiz, donde se ha probado la implantación de servicios de flexibilidad para resolver necesidades técnicas y de operación de la red. En la provincia de Málaga, en concreto, los datos se han obtenido de su Smartcity, Tabacalera, Palacio de Congresos (Fycma) y la empresa de limpieza municipal.
El objetivo es crear «un sistema más abierto y resiliente en el que los agentes tengan una participación activa para resolver saturaciones en la red o mejorar la tensión del sistema eléctrico». Por ejemplo, los consumidores pueden cargar su vehículo eléctrico y los generadores, poner a disposición del sistema los últimos avances tecnológicos en electrónica de potencia que permiten controlar la tensión de la red. A cambio, ambos obtienen una compensación económica.
Para ello, se ha utilizado la flexibilidad que aportan más de 1.100 Megavatios para contribuir a la resolución de saturaciones en la red de alta, media y baja tensión, al control de la tensión en la red, a la operación de islas eléctricas controladas y los servicios de frecuencia.
En caso del demostrador de e-Distribución, desplegado en Cádiz y Málaga, se han desarrollado distintas plataformas para permitir la comunicación más eficiente con plataformas comunes con REE y con consumidores, generadores y almacenamiento. Además, se ha probado un mercado local de flexibilidad para resolver saturaciones en la red de baja tensión.
Adicionalmente, se han instalado dispositivos de monitorización y sensorización de la red en 149 centros de distribución para identificar la necesidad de activar servicios de flexibilidad para resolver saturaciones en la red o problemas de tensión.
Los resultados del proyecto muestran la necesidad de actualizar la regulación nacional para la creación de los mercados de servicios de flexibilidad, así como la definición de las correspondientes especificaciones técnicas. De este modo, los participantes podrían obtener unos ingresos adicionales a cambio de adaptar su patrón de consumo o generación a las necesidades del sistema.
El responsable de proyectos en e-distribución y coordinador del demostrador español en el proyecto Coordinet, Miguel Pardo, ha señalado que «la creciente electrificación de la economía vinculada al abandono progresivo de los combustibles fósiles está desarrollando un crecimiento exponencial de la generación distribuida que exige desarrollar nuevos servicios de flexibilidad para lograr un sistema eléctrico descarbonizado resiliente, eficiente y capaz de afrontar con éxito los retos técnicos y operativos que están llegando».
En el Proyecto Coordinet han participado 23 empresas e instituciones de diez países con tres proyectos piloto a gran escala en España, Grecia y Suecia. Ha sido financiado por la Comisión Europea dentro del programa Horizonte 2020 y presentará sus conclusiones finales los días 16 y 17 de junio en Bruselas.