A la temporada estival le queda un suspiro, y este fin de semana nos despedimos oficialmente de ella para dar paso al otoño, que llegará con lluvias en gran parte de España. En el caso de Málaga, las primeras gotas se han comenzado a sentir desde esta mañana y durante este sábado estará activo el aviso amarillo por lluvias pero, ¿qué se supone que es esa indicación que nos salta en la aplicación del tiempo de nuestros teléfonos? ¿Qué determina que una advertencia por parte de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) sea de un color u otro?
Todo tiene una explicación y vienen fundamentada por las alertas meteorológicas que desde la AEMET lanzan para avisar de un Fenómeno Meteorológico Adverso, es decir, de un evento atmosférico que puede producir de manera directa o indirecta daños a las personas o alguna damnificación material de consideración. Entre estos fenómenos no solo se encuentran las lluvias sino también las nevadas, vientos, tormentas, temperaturas máximas o mínimas o los fenómenos costeros.
Es importante destacar que este tipo de alertas no son modernas, aunque se han venido actualizando con el paso de los años desde la década de los 80 dentro de los planes específicos de predicción y vigilancia de esta clase de fenómenos. De esta forma, desde el año 2006 la Agencia Estatal de Meteorología dispone de un Plan Nacional de Predicción y Vigilancia de Fenómenos Meteorológicos Adversos, llamado Meteoalerta.
A través de ella, se establecen los fenómenos que se consideran adversos, además de las cantidades o intensidades de sus variables meteorológicas, que no solamente están relacionadas a aspectos inusuales de lo climatológico sino también a aquellas situaciones que puedan afectar seriamente a la población, al no estar preparada para ellas.
Predicción de hasta 72 horas
Así se permite facilitar a todos los ciudadanos e instituciones públicas una información mejorada y actualizada sobre los posibles fenómenos atmosféricos adversos que puedan producirse, con un adelanto de hasta 72 horas, además de mantener una información puntual de la evolución de los mismos, de manera que podamos conocer de manera rápida si un aviso por tormentas ha pasado de color amarillo a naranja.
Y es que los colores son fundamentales para saber la gravedad de la situación meteorológica. Como bien informan desde AEMET, existen cuatro niveles con colores semafóricos que siguen los criterios acordados a nivel europeo, siendo el verde el que informa de que no existe ningún riesgo meteorológico.
Por su parte, el amarillo advierte que existen riesgos para actividades concretas, mientras que el naranja avisa de un riesgo meteorológico importante, y por último el rojo es el que notifica que el riesgo meteorológico es extremo. Por el momento, la capital se mantiene en aviso amarillo, por lo que desde la AEMET nos recuerdan que estemos atentos y nos mantengamos informados de la predicción meteorológica más actualizada ya que “algunas actividades al aire libre pueden verse alteradas”.
