El torneo de Roland Garros, segundo ‘Grand Slam’ de la temporada, empieza este domingo una edición que promete, con Rafa Nadal y Carlos Alcaraz como doble baza española en París, donde defiende título un Novak Djokovic que goza de buen nivel las últimas semanas, tres mosqueteros a los que puede sorprender un D’Artagnan, mientras que Paula Badosa y Garbiñe Muguruza buscan un subidón.
La capital gala abre una cita muy abierta, más allá incluso del favoritismo de este tridente con jugadores como Alexander Zverev o Stefanos Tsitsipas. El rey es Nadal, por méritos propios y los 13 títulos ganados, pero el balear llega con las dudas del físico, en especial el pie izquierdo que le ha dado problemas en Madrid y Roma.
El 2022 pintaba histórico para el de Manacor, con su regreso tras seis meses precisamente intervenido de esa lesión crónica en el pie. Nadal reapareció en Australia y, después de ganar la cita de ensayo en Melbourne, conquistó su 21º ‘grande’. También levantaría el título en Acapulco, pero la racha de 20 victorias seguidas terminó en la final de Indian Wells por una costilla rota.
La lesión le rompió el ritmo y le dejó fuera de combate seis semanas, justo a las puertas de la importante gira sobre tierra. El balear se tuvo que saltar Montecarlo y Barcelona y reapareció en Madrid con las cuentas claras. Nadal inició una mini pretemporada con el objetivo de llegar bien a Roland Garros, coger ritmo tras no poder ni moverse durante varias semanas por la costilla.
En Madrid, el balear cayó ante Alcaraz en cuartos de final y en Roma se despidió cojo contra Denis Shapovalov en su segundo partido. El pie le jugó otra mala pasada a un Nadal que llega a París sin el rodaje que le gustaría y la incógnita de si tendrá o no dolor. Mientras, sus dos mayores rivales están a pleno rendimiento. Djokovic podría ser su rival en cuartos de final.
El número uno del mundo ha remontado el vuelo después de empezar con el tremendo palo de ser deportado de Australia. Un duro culebrón de varios días detenido que terminó encima con el 21º ‘grande’ de su mayor rival. ‘Nole’, que también cedió ante Alcaraz en Madrid, hizo final en Belgrado y después ganó su primer título del año en Roma.
Ahora, vigente campeón, Djokovic tiene el ritmo y la motivación a flor de piel para igualar ese 21 en tierra de Nadal. Mientras, Alcaraz descansó en Roma después de ganar el título en Madrid y, en una proyección que asusta, parte incluso como favorito en las quinielas más después de tumbar a ambos en dos días. El murciano lleva un año rompiendo récords y a París llega con un 28-3 en 2022 y el objetivo claro de hacerse ‘grande’.
El pupilo de Juan Carlos Ferrero, que debutará este domingo contra el argentino Juan Ignacio Lóndero, estaría esperando en semifinales a Nadal, que se estrena con el australiano Jordan Thompson, o a Djokovic, quien jugará su primer partido contra el japonés Yoshihito Nishioka. Tres mosqueteros, aunque el 5 de junio, quizá ninguno sea el aclamado D’Artagnan.
Tanto Zverev como Tsitsipas vienen pegando fuerte en los torneos de tierra, habituales en las rondas finales para poner la semilla de una rivalidad que apunta a tomar el relevo del ‘Big Three’. Las opciones de llegar lejos están también en tenistas españoles como Alejandro Davidovich o Pablo Carreño, dentro de una amplia representación, aunque con la baja de Roberto Baustista.
MUGURUZA Y BADOSA BUSCAN EL ‘RESET’
Roland Garros se presenta igual de apasionante en el cuadro femenino, con jugadoras en estado de gracia como la número uno Iga Swiatek o la tunecina Ons Jabeur. Paula Badosa, número tres del mundo, y Garbiñe Muguruza, campeona en 2016, son la representación española junto a Nuria Párrizas y Cristina Bucsa, con otra baja sensible como la de Sara Sorribes.
Muguruza debutará este domingo, ante la estonia Kaia Kanepi, con la necesidad de hacer borrón y cuenta nueva. No es la primera vez que la de Caracas se encuentra en un momento delicado en su carrera, con muy pocas victorias en 2022 y, de hecho, dolorosas derrotas. Así, la vigente Maestra de la WTA sabe también lo que es levantar la cabeza y siempre ha dicho que los grandes escenarios la motivan.
Mientras, Badosa, que se estrena con la local Fiona Ferro, está necesitada también de un ‘reset’, como ella misma confesó en París. La catalana, que ha experimentado un ascenso meteórico en el ranking, no logró sacar su potencial en Madrid ni en Roma. La presión ha pasado factura en una Badosa que confía en liberarse en Roland Garros, donde hizo cuartos de final el año pasado.