Gamarra acusa al jefe del Ejecutivo de representar la «degradación de la política» y Edmundo Bal le pide que dimita
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha justificado este miércoles en el Pleno del Congreso la destitución de la directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Paz Esteban, por «un fallo en la seguridad de las comunicaciones del Gobierno». Además, ha eludido hablar de cese y ha empleado el término «relevo».
De esta forma ha respondido en la sesión de control al Gobierno a la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, quien ha subrayado que con esa destitución ha quedado claro que en España «gobiernan los independentistas» porque los socios de Pedro Sánchez le pedían «un chivo expiatorio», algo que, «acata dócilmente».
«Caía y rodaba la cabeza de quien ha demostrado tener una hoja de servicios intachable y a solo mes y medio de la celebración de la Cumbre de la OTAN», ha manifestado Gamarra, para acusar a Sánchez de «deteriorar» las instituciones y de representar la «degradación absoluta de la política». Es más, ha dicho que lo ocurrido es «un aviso a navegantes» porque «quien cumpla con su deber será cesado» pero «quien mienta y manipule en beneficio del Gobierno será premiado».
GAMARRA: LOS INDEPENDENTISTAS QUIEREN A SÁNCHEZ EN MONCLOA
Gamarra ha recordado que el presidente del Gobierno es el que firma la directiva de Inteligencia que marca sus objetivos y es la persona a la que informa ese órgano. «El Gobierno, a diferencia de lo que ha dicho, sí que lo sabía porque lo tenía que saber», ha proclamado.
Tras asegurar que Sánchez negociaba la «gobernabilidad» con aquellos a los que el Estado «tenía que investigar», Gamarra ha afirmado que los independentistas le quieren en Moncloa porque así ellos son «más fuertes». «Puigdemont, Junqueras, Otegi, no quieren a Alberto Núñez Feijóo. Le quieren a usted», le ha espetado, para añadir que el «éxito de ERC y Bildu pasa por un presidente que esté dispuesto a socavar desde dentro las instituciones del Estado de Derecho».
Gamarra ha indicado que cuando Sánchez salga de Moncloa no solo dejará una crisis económica sino también una «dura y difícil crisis institucional» que será «más difícil de revertir». «En el PP somos perfectamente conscientes de lo que vamos a encontrar y estamos preparados para gobernar», ha apostillado.
SÁNCHEZ: CUMPLIR CON LA LEY
En su turno, y después del presunto espionaje a varios móviles de miembros del Gobierno, el presidente del Gobierno ha afirmado que «es evidente que ha habido un fallo en la seguridad de las comunicaciones del Gobierno de España».
«Lo que ha hecho el Gobierno de España ha sido lo que hemos hecho siempre: cumplir con la ley, poner en conocimiento de la Justicia estos hechos delictivos y actuar con absoluta transparencia ante la opinión pública», ha asegurado.
Dicho esto, Sánchez ha aprovechado para «reconocer» el trabajo de Paz Esteban tras su «relevo» y de los tres mil funcionarios del CNI. Si este martes, la ministra Margarita Robles rehusó hablar de destitución y tildó lo sucedido de «sustitución», un día después el presidente del Gobierno lo ha clasificado de «relevo».
Ante las críticas del PP y otros partidos, el jefe del Ejecutivo ha recalcado que con su Gobierno «ni los fondos públicos ni las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ni los servicios de inteligencia se van a utilizar para tapar hechos delictivos ni para perseguir a adversarios políticos fuera de la ley».
«LOS MANGANTES HOY NO ESTÁN EN EL GOBIERNO»
Sánchez ha recordado que se van a cumplir cuatro años de la moción de censura que desalojó al PP de Moncloa y entonces encontraron un país que «había aprobado una declaración unilateral de independencia, había un gobierno con un partido condenado por corrupción y una secretaria general y ministra de Defensa que destruía a martillazos las pruebas de la justicia», al tiempo que se «creó una estructura parapolicial para seguir a adversarios políticos de manera irregular», en alusión al caso de los ordenadores de Luis Bárcenas y al ‘caso Kitchen’.
Además, ha sacado pecho de su labor en el Ejecutivo porque cuando gobernaba el PP, ha dicho, España en Europa «contaba como un cero a la izquierda». Aunque la situación «hoy no es perfecta», ha proseguido, se cumple la Constitución «en todo el territorio» y «los mangantes no están en el Gobierno como sí ocurría» con el Partido Popular cuando estaba en Moncloa, según ha dicho.
«España hoy defiende sus intereses en la UE, se hace valer y tiene influencia», ha aseverado, para quejarse de que no pueda contar con el PP en la actual situación. Así, ha dicho que si el PP apoyara al Gobierno sería una «derecha moderna y europeísta, y no la desgracia de derecha que sufre la democracia española».
El siguiente diputado del PP en intervenir, Eloy Suárez, ha querido dejar claro que «el único partido condenado por financiación ilegal es el que PSOE», en referencia al caso Filesa de finales del siglo pasado, y que también en «el único con dos presidentes condenados por corrupción», en referencia a los andaluces Manuel Chaves y José Antonio Griñán.
CIUDADANOS: DIMITA, SEÑOR SÁNCHEZ:
También el portavoz de Ciudadanos, Edmundo Bal, ha reprochado a Sánchez el cese de la jefa de los espías, a la que define como una «servidora pública» cuya cabeza se ha entregado «en bandeja de plata» a los independentistas para tratar de mantener su apoyo al Gobierno, «Por favor, dimita», ha espetado al final de su intervención, aunque los micrófonos ya no lo han captado por haber agotado su tiempo.
A su juicio, Sánchez «no cree en España», sino en si mismo», y es «capaz de manchar el buen nombre» de los funcionarios públicos «por mantenerse en el poder», lo que considera «una indignidad y una inmoralidad». «Un día mirará para atrás y verá la senda de cadáveres que ha dejado a su paso, muchos de su partido y otros, servidores públicos», ha subrayado.
«Reconozco su valía y su brillante oratoria y debe de ser frustrante sentirse tan bueno y no recibir apoyo en las elecciones –ha replicado con sorna el presidente–. Pero los mortales cometemos errores, también aciertos».
Sánchez ha insistido en que el Gobierno ha actuado con transparencia tras asumir «un fallo claro de seguridad» y «poner en manos de la Justicia un hecho delictivo». «Podrá decir que no esta de acuerdo, ¿pero me está diciendo que tengo que encubrir un delito? Este no es el Gobierno, fue uno anterior», ha zanjado, volviendo a señalar al Ejecutivo de Rajoy y la conocida como ‘Operación Kitchen’ de presunto uso de fondos reservados del ministerio del Interior para investigar a Luis Bárcenas y obstaculizar las investigaciones judiciales.