Solo un 14% confía en la recuperación económica, según el informe de McKinsey & Company
El 67% de los consumidores españoles se muestra pesimista sobre la actual situación económica y un 47% también tiene una visión negativa sobre la futura recuperación económica, según las conclusiones del informe de Mckinsey & Company ‘El pulso del consumo 2022’.
Por el contrario, un 14% de los consumidores españoles se muestra optimista acerca de la recuperación económica, un porcentaje que queda lejos del 33% expresado en octubre del 2021.
El porcentaje de personas que no confían en la recuperación económica se ha incrementado un 25% en comparación al informe anterior, elaborado en octubre de 2021, cuando un 17% de los encuestados declaraba tener expectativas negativas.
Los datos del estudio, que recogen más de 5.000 encuestas en cinco países europeos (Francia, Alemania, Italia, Reino Unido y España), reflejan que los españoles son los consumidores más pesimistas en cuanto a la valoración de la economía, por delante de Italia (63%), Reino Unido (61%), Francia (58%) y Alemania (55%).
LA SUBIDA DE PRECIOS, LA PRINCIPAL PREOCUPACIÓN
El alza de los precios es la principal fuente de preocupación para el 47% de los consumidores en España, un 3% por encima de la media europea, aunque lejos del 60% de los británicos, que consideran la subida de precios el principal problema para la economía.
Según la encuesta, casi todos los consumidores españoles (94%) han percibido un cambio en los precios de los bienes de consumo. Además, el 62% de los españoles teme que los precios seguirán subiendo en los próximos 12 meses.
Asimismo, dos de cada diez consumidores españoles (21%) expresa el temor a la posible escalada de la guerra en Ucrania. En Europa, la invasión de Ucrania preocupa en mayor medida a los alemanes (34%) e italianos (32%), mientras que solo un 15% de los habitantes de Reino Unido señalan la guerra como su principal inquietud.
El desempleo es otra de las grandes preocupaciones de los consumidores españoles (14%), siendo un asunto que preocupa el doble en España que en el conjunto de Europa (7%). Esta tendencia es más acusada entre los más jóvenes (20%), mientras que solo es la principal preocupación para el 6% de los ‘baby boomers’.
Detrás de las visión negativa de los españoles sobre la economía se encuentran también razones como la interrupción de suministro de gasolina (46%), el alza de los tipos de interés (28%) junto con la escasez de la energía (24%) y los alimentos (24%).
«La disrupción de la cadena de suministro y la actual crisis energética están desencadenando una caída generalizada de la confianza de consumo en Europa», ha explicado el socio senior de Mckinsey & Company, Ignacio Marcos.
UN 39% DE LOS ESPAÑOLES HA AJUSTADO SU GASTO ANTE LA INFLACIÓN
Ante el incremento de los precios de los productos de consumo, un 39% de los consumidores españoles ha confesado haber ajustado su estilo de vida.
En este sentido, la mayoría de los consumidores (56%) declaran ser más conscientes del uso de la energía en el hogar, y el 34% afirma haber cambiado su modo de transporte para ahorrar gasolina o dinero.
En relación a la compra de alimentación, que destaca como el sector con mayor percepción de subida de precios, tres cuartas partes de los consumidores españoles (75%) dicen haber cambiado sus hábitos de compra en las últimas cuatro a seis semanas. Así, la mitad de los españoles (50%) probaron una marca blanca, el 30% cambió de marca, y el 26% declara haber cambiado de tienda o distribuidor.