La reunión entre los ministros de Exteriores de Rusia y Ucrania ha acabado sin avances. Moscú ha rechazado el alto el fuego de 24 horas solicitado por Kiev, que no asume las exigencias del Kremlin y afirma que no se rendirá. Los bombardeos continúan tras el ataque contra el hospital infantil de Mariúpol.
La agresión intencionada contra instalaciones médicas es un crimen de guerra, según recoge el estatuto de la Corte Penal Internacional. Kiev acusa a Moscú de la agresión, que ha causado al menos tres muertos y 17 heridos. Cruz Roja ha dicho que la ciudad portuaria sufre un asedio «apocalíptico». Zelenski ha informado del rescate de casi 35.000 personas a través de los corredores humanitarios.
La Cámara de Representantes de EEUU ha aprobado 13.600 millones de dólares en ayudas y cree que Rusia puede utilizar armas químicas. La invasión va a monopolizar la Cumbre de los 27 que comienza este jueves en Versalles con la solicitud de ingreso de Ucrania encima de la mesa.
El máximo responsable de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha recordado que los ataques contra objetivos médicos son «violaciones muy graves» de las Convenciones de Ginebra, un día después de que Ucrania denunciara un ataque ruso contra el hospital infantil de Mariúpol.