Susto en Jerez de la Frontera. Los vecinos de la barriada del Pimiento, encuentran una culebra de escalera, un suceso que generó gran preocupación entre los residentes de la zona. El reptil fue avistado por varios vecinos en la calle María Soleá, cerca de la zona del Cementerio de la localidad jerezana, lo que provocó una rápida intervención de las autoridades, ya que causó miedo entre residentes y transeúntes.
Según los testimonios de los vecinos, la serpiente, de aproximadamente un metro de longitud, fue vista por la Barriada del Pimiento, una zona cercana al Cementerio Municipal de Jerez, de zona residencial.
Tras la rápida actuación policial, los agentes consiguieron inmovilizar y trasladar al reptil con vida, en perfectas condiciones, a su hábitat natural, lejos de la zona residencial.
Siempre que se observe animales silvestres en áreas urbanas, se debe de informar de inmediato a las autoridades para asegurar una respuesta rápida y adecuada.
¿Cómo es culebra de escalera encontrada en Jerez?
La culebra de escalera (Zamenis scalaris) es una serpiente no venenosa de la familia Colubridae, conocida por su distintivo patrón juvenil. Los adultos pueden medir hasta 1,6 metros, aunque comúnmente alcanzan entre 1,2 y 1,4 metros. Los juveniles presentan dos líneas longitudinales oscuras conectadas por bandas transversales, formando un diseño similar a una escalera, mientras que los adultos tienen un patrón más uniforme de color marrón o grisáceo con líneas oscuras.
Esta especie se encuentra principalmente en la Península Ibérica (España y Portugal) y el sur de Francia. Prefiere hábitats cálidos y secos, como matorrales, zonas rocosas, bosques abiertos y áreas agrícolas, además de muros de piedra y ruinas.
La culebra de escalera es carnívora, alimentándose de pequeños mamíferos, aves, lagartijas y otros reptiles. Es diurna y activa principalmente durante el día, aunque en climas muy calurosos puede tener actividad crepuscular. La temporada de apareamiento es en primavera, y las hembras ponen de 4 a 24 huevos en verano, con un periodo de incubación de unos dos meses.
Totalmente inofensiva para los humanos, esta serpiente puede morder si se siente amenazada, pero su mordida no es peligrosa. No está considerada en peligro de extinción, aunque puede verse afectada por la destrucción de su hábitat y el tráfico de carreteras. Desempeña un papel crucial en el control de poblaciones de roedores y otros pequeños animales, ayudando a mantener el equilibrio ecológico.
Es importante no intentar capturar o molestar a esta serpiente. Su distintivo patrón juvenil la hace fácilmente identificable, y debe ser apreciada por su contribución al ecosistema local.
