Una vez despedida la borrasca y las lluvias de los últimos días, Málaga abre la puerta a un nuevo periodo de estabilidad. En general, el fin de semana estará marcado en la provincia por cielos despejados y algunas nubes, que irán acompañados de temperaturas suaves.
En la capital se llegará a los 25 grados de máxima en las horas puntas del día, mientras que por la noche el termómetro descenderá a los 16 grados. Estos datos se extienden al resto de municipios del litoral de la provincia, donde apenas varian las previsiones. El viento soplará de poniente la mayor parte del fin de semana, aunque no se espera que lo haga con gran intensidad.
Los mayores contrastes en cuanto al tiempo los encontramos en zonas del interior, como Antequera o Ronda y entorno. Allí la previsión es que las máximas sean algo más bajas que en la costa provincial, entre 22 y 24 grados, aunque con la caída del sol la diferencia de temperatura será mucho más acusada, descendiendo hasta los 10 o 11 grados en algunos puntos.