Tras un Lunes Santo tranquilo en el que la lluvia no ha hecho acto de presencia durante la jornada, la situación parece empeorar drásticamente para este Martes Santo, que espera precipitaciones ininterrumpidas desde las 01:00 horas de la madrugada y que pone en tensión a las distintas cofradías y fervientes seguidores.
A las cuatro hermandades protagonistas -La Lanzada, Vía Crucis, La Esperanza y Cañilla- tan solo les queda esperar que un milagro ocurra y permita sacar a relucir su estación, momento que llevan esperando con ansia desde el año pasado, cuando solo diez de ellas pudieron lucir el esfuerzo de muchos meses de trabajo.
Por el momento, la única perjudicada por el temporal ha sido la hermandad del Despojado, cuyos pasos tuvieron que buscar refugio inmediato ante la incisiva lluvia. Con su Jesús bajo soportales y la Virgen retornando de manera inmediata a su Casa de Hermandad, la cofradía tendrá que esperar 365 días más para completar su recorrido.
Para el resto de la semana también se esperan precipitaciones aunque, al igual que el Domingo de Ramos, se guarda la esperanza de que los pasos puedan salir a completar su recorrido o, al menos, parte del mismo. Sin duda, la lluvia no ha conseguido frenar el pasional ritmo que Granada lleva durante esta Semana Santa, un periplo en el que los granadinos han preferido abrir sus paraguas antes que correr a refugiarse a sus casas, mostrando el urgente deseo de que esta semana litúrgica impregne las calles de la ciudad.