Rayo de esperanza para las cerca de 40 familias que estaban en riesgo de desahucio en el barrio de El Calvario de Torremolinos. 29 de las 39 familias que estaban pendientes de está situación respiran más aliviadas después de que este miércoles el Ayuntamiento torremolinense y la Sareb hayan acordado paralizar el traspaso a un tercero de 29 de este viviendas, mientras que para las otras diez el Consistorio está buscando la manera de encontrar una fórmula para ayudar a las personas afectadas.
Así lo han informado desde el Consistorio en un comunicado, en el que han precisado que respecto a las otras diez viviendas, que ya han sido traspasadas por la Sareb, «el Ayuntamiento trabajará en buscar una solución a corto y medio plazo, con ayudas específicas y colaboración con otras administraciones». La alcaldesa de Torremolinos, Margarita del Cid, se lo ha trasladado a los vecinos afectados y sus abogados tras una reunión posterior a la de la Sareb, en la que se han abordado otras cuestiones relacionadas con esta «compleja» situación.
En concreto, respecto a las primeras 29 viviendas, la Sareb ha trasladado que ha presentado este miércoles ante el juez un escrito «para revertir la cesión a un tercero, que en principio iba a materializarse el próximo 22 de abril». «Ahora será el juez quien tenga que decidir sobre si la cesión continúa o se revierte para que la Sareb vuelva a ser la titular», han señalado desde el Consistorio.
En el caso de que ese sea el sentido del pronunciamiento, el Ayuntamiento «se ha comprometido con la Sareb a facilitar informes de vulnerabilidad de los inquilinos, para que esta sociedad pueda facilitarles, y así lo han trasladado, alquileres accesibles».
En cuanto a las diez viviendas que ya han sido transferidas de la Sareb a terceros, «no pueden revertir esta situación, por lo que el Ayuntamiento trabaja en varios frentes», han asegurado.
Así, en primer lugar, le ha pedido a la Sareb si cabía la posibilidad de contar con inmuebles que fueran de esta sociedad para poder alquilarlos a los afectados, «pero ahora mismo todo el parque de viviendas se encuentra paralizado por la decisión del Gobierno de crear una Agencia Pública de Vivienda; si bien en el entorno, la Sareb cuenta sólo con dos viviendas de alquiler social actualmente ocupadas».
Desde la Corporación municipal se ha decidido desde ya contactar con otras administraciones para ver qué soluciones a corto y medio plazo pueden ofrecerse a los inquilinos de estas diez viviendas ya transferidas; así como «articular los mecanismos municipales que van a permitir darles ayudas para afrontar estos primeros meses una vez los nuevos propietarios de estas viviendas ejerzan sus derechos sobre las viviendas».