El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado un arancel del 25% a los automóviles fabricados fuera del país que entrará en vigor el 2 de abril, una nueva medida en el marco de la guerra comercial iniciada por el magnate republicano.
«Vamos a cobrar a los países por hacer negocios en nuestro país y por quitarnos nuestros empleos, nuestra riqueza y muchas cosas que nos han estado quitando a lo largo de los años», ha resaltado este miércoles en declaraciones a la prensa desde la Casa Blanca.
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Los anuncios realizados por Trump sobre los aranceles han agitado los mercados en las últimas semanas. El índice bursátil S&P 500, que agrupa a las principales empresas cotizadas de Estados Unidos, ha caído este miércoles un 1,1%, mientras que el Nasdaq se ha apuntado una caída del 1,8%, según ‘Bloomberg’.
Esto se produce después de que la Administración Trump concediera a principios de marzo una exención de un mes, hasta el 2 de abril, a todos los automóviles que entren en el marco del tratado de libre comercio entre Estados Unidos, Canadá y México.
Von der Leyen lamenta la medida
Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha lamentado «profundamente» la decisión de Trump de imponer aranceles a las exportaciones europeas de automóviles y ha indicado que el bloque «evaluará» la respuesta a dicha medida, así como a otras del magnate, en alusión a los aranceles recíprocos.
«La industria del automóvil es un motor de innovación, competitividad y empleo de alta calidad gracias a unas cadenas de suministro profundamente integradas a ambos lados del Atlántico», ha señalado en un comunicado.
Asimismo, ha indicado que la UE «seguirá buscando soluciones negociadas» que permitan «salvaguardar al mismo tiempo sus intereses económicos». «Protegeremos conjuntamente a nuestros trabajadores, empresas y consumidores en toda la Unión Europea», ha zanjado.
El comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, ha regresado recientemente de su segundo viaje a Estados Unidos sin un acuerdo para resolver la crisis de los aranceles, pero insiste en mantener abierta la puerta del diálogo aunque quede «trabajo duro» por hacer y Bruselas siga adelante preparando las contramedidas por valor de hasta 26.000 millones de euros.