El co-director de la Cátedra We Care: atención al final de la vida de UIC Barcelona y jefe del Servicio de Cuidados Paliativos del Instituto Catalán de Oncología de Badalona, Joaquim Julià, lamenta que cada año unas 80.000 personas mueran en España sin recibir los cuidados paliativos que precisan.
Julià afirma que existen «desigualdades» en atención paliativa por Comunidades Autónomas y, aunque algunas como Catalunya, Andalucía, Extremadura o Madrid disponen de una mejor cobertura, «sigue siendo insuficiente».
Celebra el crecimiento en los últimos años de equipos y unidades paliativas pediátricas.
Un 35% de los pacientes ingresados en hospitales españoles necesita atención paliativa, según ha explicado el director de la Cátedra We Care: atención al final de la vida de UIC Barcelona y jefe del Servicio de Cuidados Paliativos del Instituto Catalán de Oncología de Badalona, Joaquim Julià.
Con motivo del Día Mundial de los Cuidados Paliativos, que se celebra mañana sábado, Julià ha lamentado que cada año mueran en España cerca de 80.000 personas sin recibir los cuidados paliativos que necesitarían. En su opinión, existen «desigualdades» en atención paliativa por Comunidades Autónomas debido al «diferente modelo sanitario de cada una de ellas» y, aunque algunas como Catalunya, Andalucía, Extremadura o Madrid disponen de una mejor cobertura, «ésta sigue siendo insuficiente».
No obstante, el especialista ha celebrado que en los últimos años «haya sido una constante el aumento de equipos y unidades paliativas pediátricas» debido a una «creciente concienciación» sobre la necesidad de implementarlas.
Julià ha explicado que los equipos de paliativos deberían estar formados como mínimo por profesionales de la medicina, la enfermería, la psicología y el trabajo social, «a tiempo completo y con profesionales con una alta especialización».
Según un estudio elaborado por la Cátedra We Care, en una primera visita con el paciente, es necesario «abordar todos aquellos relevantes» para el afectado a partir de una entrevista clínica que «tiene en cuenta más de 40 aspectos importantes». Julià ha señalado que en esta primera toma de contacto «tienen que estar presentes todas aquellas personas que desee el paciente» y «siempre es necesario ponerlo en el centro y priorizar sus decisiones y preferencias».
Acreditación de cuidados paliativos.
El especialista también se ha referido al diploma de acreditación en cuidados paliativos que impulsa el Ministerio de Sanidad y, en este sentido, ha asegurado que «no será suficiente» y que «no es el modelo de la mayoría de países de la Unión Europea». «Lo que se necesita es el desarrollo de una especialidad o bien de un área de capacitación específica (ACE) que garantice que el profesional es competente para la provisión de cuidados paliativos de calidad y con preparación suficiente para atender casos con alta complejidad. Este modelo se debe aplica a medicina, enfermería y psicología», ha afirmado.
Acerca de una posible Ley nacional de Cuidados Paliativos, Julià ha señalado que sería «importante» porque «ofrecería un marco de regulación para determinar que el acceso a los cuidados paliativos debe ser un derecho de la ciudadanía», aunque ha dejado claro que «sin recursos la ley acaba siendo una mera declaración de intenciones».