Prosigue la racha de un Unicaja imparable. Los de Ibon Navarro vencieron en un partidazo al Valencia Basket (94-86) para quedarse líderes en solitario de la Liga Endesa, con 14 victorias y solamente tres derrotas. El equipo verde y morado está haciendo una temporada mayúscula en la que campea a sus anchas por la competición doméstica y no encuentra oposición en la BCL.
Y, además, con un triunfo que será difícil de olvidar en Málaga, reponiéndose a todo, y poniendo patas abajo a la afición del Martín Carpena (10.681 asistentes) con una segunda parte espectacular y un emocionante final.
Cierran los cajistas una primera vuelta enorme en un duelo memorable de anotación altísima en el que fue a remolque y supo sacarlo adelante pese a su mejorable estadística en tiro de tres (11-36), que fue maquillando a lo largo del partido con Kendrick Perry y Osetkowski formando una dupla increíble a la que se sumó además Kalinoski con un triple decisivo.
Y también sacando más músculo en el tramo final que un durísimo Valencia Basket, más atinado en los primeros tramos en el tiro exterior, y que puso contra las cuerdas a los locales.
Pero el empuje de la afición y ese plantillón que saca la garra en los momentos claves decantaron la balanza. Para colmo, un triple de Alberto Díaz a la remanguillé dejó todavía más amplio el ‘average’. Todo salió a pedir de boca.
Un duelo vibrante como anticipo de la Copa del Rey
Unicaja y Valencia son dos equipos relativamente gemelos. Igualados a rabiar. Ambos muy intensos, que defienden y corren. En definitiva, que se dejan el alma sobre el parqué, se fajan y hacen un baloncesto atractivo a la par que efectivo, razones de sobra para que sean los dos punteros de la ACB aprovechando ese menor cansancio respecto a los dos grandes de no disputar Euroliga.
Y el choque, desde el primer balón arriba, se dirimió por esa corriente enérgica en el que cada acción se disputó como si fuera un partido copero o de play-off.
A un mes de la Copa del Rey de Gran Canaria, los equipos no se guardaron ni un gramo en lo físico. Hasta el punto de que Melvin Ejim acabó tocado con una lesión en la pierna izquierda (en la zona del gemelo), que queda pendiente de diagnóstico.
Quién sabe si en lo táctico tanto Ibon Navarro como Pedro Martínez sí han escondido ligeramente algunas balas para lo que acontezca en las Islas Canarias y para cuando haya que verse las caras otras veces a lo largo de 2025. Lo que no reservaron fueron los puntos en un duelo de mucha anotación, de sudor, arañazos e impactos. Ya habrá tiempo de descansar.
El Valencia, más atinado en la primera mitad
Desde el primer cuarto empezó mandando un Valencia, más fino en el exterior y que culminó sus transiciones . No obstante, un mate de Osetkowski en el minuto 5 levantaba a la grada del Carpena y enchufaba poco a poco a los de verde y morado.
Eso sí, el tiro de tres fue siempre decantando la balanza para los de naranja, que a tres minutos de acabar este primer parcial metían dos triples con firma de Selina y Puerto que estiraban la ventaja a siete puntos. que lograron acabar el parcial a dos puntos de los taronjas (18-20).
En el segundo cuarto, se fue despegando progresivamente Valencia Basket con los tiros de Jones y Ojeleye. Con un segundo parcial de 20-26 y el Unicaja haciendo la goma en todo momento, el partido se iba al descanso con un 38-46, una foto perfecta de por qué estos dos equipos están en lo más alto de la Liga Endesa y el choque de ayer es probablemente el mejor baloncesto que se puede ver en España a fecha de enero de 2025.
Espectacular remontada, en la segunda parte
El Unicaja salió de los vestuarios con la mala noticia de la lesión de Ejim, pero muy motivado. Tanto es así que fue metiendo miedo al Valencia, con la pizarra de Pedro Martínez siempre atenta a cambiar el partido cuando reaccionaban los cajistas.
El comienzo de la segunda parte puso de manifiesto que Osetkowski no hay quien lo doblegue en la liga ACB y que Perry está más caliente si cabe con el caldo de puchero que se hizo con los restos de la pata de jamón de la Navidad. Querían dos tazas, pues Perry puso todas las que hiciera falta. Parcial de 25-23 para estrechar la diferencia antes de unos diez minutos divertidos en Málaga.
La remontada concluyó en el último cuarto (30-17 a favor en el parcial) con un tira y afloja constante gracias a los cañoneros verdes y naranjas sacando toda la artillería pesada. A cinco minutos del final, un triple de Kalinoski ponía el empate en el marcador y afinaba las gargantas del Carpena. El problema era que a cada paso adelante de los malagueños venía una respuesta contundente de los valencianos.
Un tapón de Montero, que junto a Badio fue de los líderes en la estadística de los visitantes, con posterior bandeja ponía el choque cuesta arriba (83-84). Un triple anotado por Perry ponía el electrónico el 86-84 a falta de un minuto y una posterior acción ofensiva espectacular de Osetkowski estiraba la ventaja de un Unicaja que ya no perdió la ventaja. Y que como del jamón aprovecha cada miligramo, cada tuétano de su plantilla para estar en lo más arriba. Seguro que los amantes del baloncesto se verán repetido este encuentro.
