La Final Four de la BCL aún no tiene sede confirmada pero sí a dos de sus participantes. Uno de ellos será el Galatasaray después de deshacerse del Nymburk checo en dos partidos. El otro será el Unicaja, que disputará su tercera final a cuatro consecutiva y buscará revalidar su condición de campeón en Atenas o París, dependiendo de quien venza en la serie entre el AEK y el Nanterre.
Los cajistas comenzaron el partido algo desconectados, sin encontrar lanzamientos sencillos y lejos de estar cómodos sobre el parqué. Así lo evidenciaron los 5 puntos en los primeros cinco minutos, aunque la Reggiana no se fue excesivamente lejos. Un intermitente Dylan Osetkowski consiguió anotar en dos ataques consecutivos, un triple y una bandeja, para salvaguardar la distancia anotadora.
En los segundos diez minutos sí volvió a ser el Unicaja el equipo que acostumbra. Comenzó a desenvolverse con naturalidad en ataque y a ser férreo en defensa para disparar su ventaja y conseguir alejar a la Reggiana del liderato del partido. Killian Tillie supuso una brisa de aire fresco. El 33 anotó en su primera posesión un triple que cambió la dinámica del cuarto para continuar con buenas defensas, haciendo gala de su notable lateralidad. También Nihad Djedovic, que sigue recuperando sensaciones y ganando importancia.
Los nostálgicos también tuvieron su momento, pues Jamar Smith, a sus recién cumplidos 38 años de edad, regaló auténticos canastones desde más allá del 6,75. Encadenó tres triples de bellísima factura para humedecer los ojos de los cajistas que guardan con aprecio su aportación en la Eurocup del 2017.
A pesar del brillante segundo apartado, en el que anotó 34 puntos, el cuadro de Ibon Navarro rebajó las prestaciones a la salida de vestuarios. Sí consiguió conectar con una buena versión Olek Balcerowski, que sucedió un triple de una falta recibida, aunque la línea de personal no fue una fortaleza para los verde y morados.
La Reggiana se adentró en el partido debido a la presión con la que contaba, logrando empatar nuevamente el encuentro y dejar todo por decidir para unos últimos diez minutos claves para entender el desenlace.
La escuadra reggiani salió del paso por banquillos con buena dinámica, aunque no consiguió tumbar a un Unicaja que sí volvió a sus andadas, a las de dominar con tranquilidad los encuentros. En momentos de alta tensión, el equipo costasoleño resolvió con suma sencillez tanto desde el triple como en los cortes y anotaciones tras asistencia.
Tyson Carter se destapó como uno de los defensores determinantes en los momentos de bola candente además de finiquitar ataques por pura inercia. Tanto fue así que el Unicaja navegó con parsimonia en aguas revueltas para atracar en su tercera Final Four de la BCL consecutiva. Aún no se sabe si será en Atenas o en París. Lo que sí se sabe es que el vigente campeón, el Unicaja, estará en ella.