La Unidad de Prevención e Intervención Intensiva en Conducta Suicida ‘UPII Cicerón’, proyecto de colaboración entre la Unidad de Gestión Clínica de Salud Mental del Hospital Universitario Virgen de la Victoria y el Hospital Universitario Costa del Sol, ha atendido desde su puesta en marcha en 2020 a 525 personas con conducta suicida. unidad de prevención conducta suicida
De esa cifra de personas atendidas, un 69,5% acude tras realizar un intento de suicidio y un 26,7% tras manifestar intención suicida, de los que un 14,5% tenían antecedentes de pérdidas de familiares por suicidio, según han informado a través de un comunicado. unidad de prevención conducta suicida
Ambos hospitales malagueños han querido sumarse a la campaña de visibilización y concienciación con motivo del ‘Día Internacional del Superviviente por la pérdida de un ser querido por suicidio’, que se celebra este sábado.
Así, desde dicha unidad, que fue la primera que se pusiera en Andalucía de estas características, han querido homenajear y otorgar voz a este amplio colectivo de personas «que, en silencio, sufren un duelo sumamente traumático».
La UPII Cicerón trabaja en el seno del Programa de Prevención de la Conducta Suicida en Andalucía 2023-2026, cuyo objetivo es reducir la incidencia y prevalencia de la conducta suicida a través de estrategias y acciones, concienciar acerca del suicidio como un problema global y establecer medidas para disminuir el sufrimiento de las personas que presentan un intento de suicidio y de sus familias.
En el marco de este día internacional, la UPII Cicerón y su coordinador, el psicólogo clínico y también coordinador de la USMC (Unidad de Salud Mental Comunitaria), Miguel Guerrero, han expresado su satisfacción por unirse a la comunidad global para, ha dicho, «conmemorar a aquellos que han experimentado la devastadora pérdida de un ser querido por suicidio y, al mismo tiempo, honrar la fuerza, resiliencia y esperanza que caracterizan a los supervivientes».
«El Día Mundial del Superviviente de Suicidio siempre es una oportunidad para crear conciencia sobre la importancia de brindar apoyo y recursos a las personas que han sobrevivido a la tragedia del suicidio», han señalado a través de un comunicado, apuntando que en la Unidad Cicerón «existe un total compromiso a proporcionar un entorno seguro y compasivo para aquellos que buscan ayuda y apoyo durante su proceso de recuperación».
Sobre el porcentaje de supervivientes atendidos en esta unidad, Miguel Guerrero ha señalado que «aún existe dificultades de acceso a este programa debido a profundas barreras culturales, estigma y tabú que rodean al suicidio y menor necesidad de búsqueda de ayuda por miedo a no ser comprendidos».
Además, desde este recurso asistencial público especializado en conducta suicida esta unidad quiere recordar a la comunidad «la importancia de promover la prevención del suicidio, la concienciación y la educación sobre la salud mental».
«El suicidio es un grave problema de salud pública que afecta a personas de todas las edades, géneros y antecedentes. Juntos podemos trabajar para reducir el estigma que rodea a la salud mental y garantizar que aquellos en crisis tengan acceso a la ayuda y el apoyo que necesitan», ha destacado Guerrero.
Para el especialista, el objetivo de este día es «visibilizar la posvención en la conducta suicida y sensibilizar a la población de que el sufrimiento y el dolor de una persona que se suicida no termina con esa muerte, sino que se traspasa a sus seres queridos». Se trata, ha continuado, «de un colectivo muy vulnerable y con mayor predisposición a la conducta suicida».
Asimismo, ha añadido que «además de soportar un inmenso dolor y enfrentarse a un duelo sumamente complejo, es una población que tiene mayor probabilidad de presentar ideas suicidas, intentos de suicidio y fallecer, por ende, por esta causa».
El Proyecto Cicerón –plan de prevención, intervención y postvención de la conducta suicida, implementado y desarrollado en la Costa del Sol– aborda también la atención a los supervivientes de suicidio de esta área geográfica.
Su responsable y coordinador lleva a cabo acciones e iniciativas dirigidas a sensibilizar, concienciar y visibilizar al colectivo de supervivientes, apuntando que «no sólo lo conforman familiares y amigos de una persona fallecida por suicidio, sino también profesionales sanitarios y no sanitarios que atendieron a la víctima».
Para abordar la posvención en las consultas con este colectivo «es fundamental la labor de los profesionales sanitarios en cualquier nivel asistencial que trabaja informando, escuchando, acompañando y cuidando a las víctimas por la muerte de un ser querido por suicidio».
«Es muy importante poder identificar y valorar el riesgo de suicidio en cada caso, preguntando abiertamente si la persona está pensando en la muerte y suicidio o manifiesta la motivación de querer reunirse con su ser querido, como señal de alerta y riesgo suicida», ha subrayado el responsable de la UPII Cicerón.
Ante esta situación, continúa, «se aconseja una derivación a Salud Mental para poder acceder a la Unidad Cicerón y recibir la ayuda que necesitan y la atención que merecen». Igualmente es muy importante conocer los recursos sociales y comunitarios de apoyo al duelo de la zona para poder informar a las familias de su existencia, funciones y opciones de contacto.
Han agradecido a la comunidad y al tejido asociativo de la provincia de Málaga «su apoyo continuo a la UPII Cicerón y mandamos un cálido abrazo a todos y todas los supervivientes de suicidio; juntos podemos hacer la diferencia y trabajar hacia un futuro en el que la esperanza y la resiliencia brillen aún más».
La ‘UPII Cicerón’ tiene como objetivos, entre otros, ofertar una intervención mediante una psicoterapia específica y un seguimiento intensivo para pacientes con conducta suicida de riesgo –ideación autolítica y/o tras realizar un intento de suicidio–, garantizar la continuidad asistencial tras el alta del servicio de Urgencias del Hospital Costa del Sol y optimizar la detección precoz de la conducta suicida en los dispositivos sanitarios de salud mental y de atención primaria.
Además, se atiende a supervivientes (familiares de personas fallecidas por suicidio) con el fin de ofrecer un apoyo psicológico que facilite la tarea de reelaboración de un duelo sumamente complicado además de monitorizar el riesgo de suicidio de este colectivo vulnerable.
