El parlamentario andaluz de Unidas Podemos por Andalucía (UPporA) y coordinador provincial de IU Málaga, Guzmán Ahumada, ha registrado una iniciativa para llevar al próximo pleno del Parlamento de Andalucía la situación de vecinos de El Perchel afectados por una operación inmobiliaria sobre los bloques en los que viven en alquiler y a quienes se les ha informado de que no se les renovará el contrato ya que se prevé la demolición y construcción de nuevas viviendas.
Por ello, Ahumada quiere trasladar a la Cámara andaluza la situación de estos medio centenar de vecinos de Callejones del Perchel afectados y reclamar al Gobierno de Andalucía «que se implique en la búsqueda de soluciones para garantizar la continuidad de los vecinos en el barrio ante la amenaza de desalojo que sufren a causa de los planes del fondo de inversión que ha adquirido los inmuebles y planea realizar una operación urbanística a gran escala».
Ahumada ha señalado que «desde hace más de cinco años los vecinos y las vecinas sufren acoso inmobiliario con la intención de expulsarlos de su barrio». «En la actualidad más de 50 familias están en riesgo porque quieren echarlos de sus viviendas y negocios, aunque no quieren abandonar su barrio y por eso se han organizado para resistirse y han creado una plataforma, desde Unidas Podemos estaremos en todo momento a su lado», ha asegurado.
Ha recordado el dirigente de izquierdas que el grupo municipal de Unidas Podemos ha presentado «innumerables iniciativas ante el Consistorio, pero el alcalde, Francisco de la Torre, hace oídos sordos». Es por ello que llevarán este asunto a la Cámara autonómica para que el Gobierno de Andalucía, «competente en materia de Vivienda, apueste por la búsqueda de soluciones a través de la cuales los vecinos y las vecinas no tengan que abandonar su barrio».
«Callejones de El Perchel son su gente y por eso la Junta de Andalucía tiene que implicarse y velar por la rehabilitación ordenada de los barrios, garantizando que las personas estén en el centro de cualquier planificación, no pueden anteponerse macroproyectos urbanísticos especulativos a la identidad y la vida de las ciudades», ha finalizado.
