Usuaria sin cita entra en una consulta insultando y amenazando a una médica. Una usuaria del centro de salud Ciudad Jardín se coló en una de las consultas sin cita previa para exigir que la atendieran y, además, insultó, amenazó y rompió el medidor de oxígeno en sangre a la médica.
Los hechos tuvieron lugar el pasado 21 de marzo, según ha informado el Sindicato Médico de Málaga en un comunicado. Al parecer, la usuaria, sin cita previa se coló en la consulta para exigir que la atendieran de «forma inmediata», mientras una médica atendía a otra paciente.
La facultativa le instó a que se dirigiera a la recepción para solicitar una cita, pero tras la negativa de esta intentó tranquilizarla y se preocupó de su situación para conocer su estado. El sistema sanitario garantiza la atención a un paciente que acude a un centro de salud, «como ocurrió con esta agresora, que pese a su actitud anticívica y violenta», fue atendida.
Han explicado que mientras la atendía, «se dedicó a seguir agrediendo y le rompió el saturómetro, un medidor del oxígeno en sangre, y comenzó a gritar, insultar y a amenazarla» advirtiéndole que «la esperaría en la puerta del centro de salud».
Usuaria sin cita entra en una consulta insultando y amenazando a una médica
Un compañero de la profesional controló la situación convenciendo a la paciente a abandonar el centro sanitario y se tomarán medidas con esta usuaria, aunque aún no se ha llevado a cabo ninguna denuncia, dado el estado de la médica, «que se encuentra muy afectada».
El Sindicato Médico de Málaga (SMM) apoya a esta compañera en el ejercicio de su profesión y ha lamentado «este nuevo caso de agresión a una facultativa, la décima en la provincia malagueña en lo que va de año». Asimismo, han vuelto a exigir a la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía «vigilantes de seguridad en los centros de salud y las medidas necesarias y contundentes para frenar esta situación imparable de violencia».
De igual modo, el SMM anima a los profesionales sanitarios «a que denuncien para dar visibilidad a esta lacra –ya que en las tareas de un médico no está la de controlar a agresores–, así como a rellenar los formularios de comunicación de agresiones para tener constancia del número real de casos, cuyo perfil que lo sufre es una médica joven en atención primaria».
El sindicato ha insistido en «la importancia de denunciar todos los casos de violencia tanto verbal como física, ya que ningún tipo de agresión a un profesional en su puesto de trabajo está justificado, para que la Justicia determine las consecuencias de las acciones de los usuarios».
Al respecto, han recordado que una muestra de ello es la reciente sentencia de febrero de 2024 en la que una paciente ha sido condenada por un delito de amenazas a una médica en la provincia de Málaga a seis meses de prisión y la prohibición de aproximación a una distancia inferior a 500 metros y comunicación respecto a la profesional agredida durante 5 años con la prohibición de acudir al centro de salud del municipio de Alhaurín de la Torre (Málaga) durante un lustro.